Una experiencia maravillosa y un regalo acertadísimo por nuestras Bodas de Plata (especialmente para mi mujer que le encantan los barcos). Agradecer y valorar la profesionalidad, la amabilidad, la simpatía y la atención de Roberto, el patrón del barco. El viaje en sí ya era excelente, pero él consiguió que fuera perfecto. Hasta yo, que me mareo en una hamaca, pude disfrutar del viaje, estando siempre atento para evitar que el oleaje extremo me hiciera pasar un mal rato. Nos agasajó con sushi japonés y sushi gaditano. Fruta, champán y enormes sonrisas. Nos permitió elegir itinerario y, además, nos regaló momentos de intimidad para disfrutar plenamente del viaje. Aunque su compañía fue siempre grata, deleitándonos con anécdotas y divertidos comentarios. El clímax de la travesía llegó al final con la excelente Puesta de Sol que nos hizo creer que estábamos dentro de un cuadro impresionista. ¡¡¡Alucinante!!! En definitiva, un regalo, una experiencia, una aventura totalmente recomendable. Ideal como regalo o, simplemente, para disfrutar de una velada romántica mecidos por las aguas. Gracias, Roberto, por todo.